jueves

2 de diciembre. Primer Jueves.

No necesitábamos diálogos...
¡teníamos rostros!

El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950)
Jesús comunica con su vida más que con la palabra. Está hoy científicamente comprobado que la comunicación gestual ocupa hasta un 60% de lo que comunicamos y que las palabras sin el gesto quedan vacías de contenido.

Los gestos de Jesús eran testimoniales: sanar al leprosos, devolver la vista al ciego, escuchar al hombre o a la mujer herida por una sociedad que la excluye, ocuparse de los niños, comprender la desesperación del centurión que viene a pedir la salud para su criado, etc. Lo vemos en la casa de los pecadores comiendo con ellos; es una vida hecha de gestos y de comportamientos que van dejando en quienes lo ven un interrogante y una lección cargada de vida para las mayorías abandonadas.

Por algo su vida resultaba tan incómoda para los potentados de su tiempo. Su comunicación gestual, es decir, no verbal, ya era denuncia y dejaba al descubierto a muchos.
Numa Molina, SJ

Para que potenciemos nuestra capacidad de lenguaje no verbal hacia la afectuosidad y la comprensión...
¡Ven, Señor Jesús!

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