sábado

11 de diciembre. Segundo Sábado

¿Cómo vas a ser feliz jamás
si no dejas de compadecerte?

Bajo el sol de La Toscana (Audrey Wells, 2003)
No podemos dejar de preguntar: ¿cómo ser feliz en un mundo infeliz? Más de la mitad de la población mundial está sufriendo, viviendo por debajo del nivel de la pobreza. Hay terremotos, tsunamis, huracanes, inundaciones y sequías.

En Brasil 5 mil familias, solamente, detentan el 46% de la riqueza nacional. En el mundo, 1125 multimillonarios individuales poseen una riqueza igual o superior a la riqueza del conjunto de países donde vive el 59% de la humanidad. El calentamiento planetario despertó el fantasma de graves amenazas contra la estabilidad del planeta y el futuro de la humanidad. Ante este cuadro, ¿es posible ser feliz? Sólo podemos ser felices junto con los otros…

Es importante reconocer que estas contradicciones no invalidan la búsqueda de la felicidad. La búsqueda es permanente, aunque sus resultados sean exiguo. Ello nos obliga a hacer un discurso crítico y no ingenuo sobre las oportunidades de felicidad posible. (...)

Pedro Demo, en mi opinión una de las mejores cabezas de la inteligencia brasileña, fue quien mejor estudió entre nosotros la Dialéctica de la Felicidad (3 tomos, 2001). Él distingue dos tiempos de la felicidad, y lo acompañamos en eso: el tiempo vertical y el tiempo horizontal.
 
El vertical es el momento intenso, extático y profundamente realizador: el primer encuentro amoroso, haber pasado en un concurso de oposición difícil, el nacimiento del primer hijo. La persona está feliz. Es un momento impactante, muy realizador, pero pasajero.

El horizontal es el que se extiende por el día a día, como la rutina con sus limitaciones. Manejar sabiamente los límites, saber negociar con las contradicciones, sacar lo mejor de cada situación: eso hace a la persona ser feliz.  (...)

Para ser feliz a lo largo del tiempo se necesita invención y sabiduría práctica. Invención es la capacidad de romper la rutina: visitar a un amigo, ir al teatro, inventar un programa. Sabiduría práctica es saber desproblematizar las cuestiones, aceptar los límites con levedad, saber rimar dolor con amor. Si no se hace eso, se es infeliz toda la vida.
Leonardo Boff
 
Porque necesitamos practicar el arte de buscar la felicidad, dejando de lado el lastre que a menudo arrastramos en nuestro corazón....
¡Ven, Señor Jesús!

viernes

10 de diciembre. Segundo Viernes

Soy un perro que corre detrás de los coches.
No sabría qué hacer si alcanzara uno.

El Caballero Oscuro (Christopher Nolan, 2008)
Cuanto tiempo, años o incluso toda una vida, nos pasamos persiguiendo una ilusión, un deseo, incluso poniéndolo como explicación a nuestra insatisfacción diaria. En realidad ¿pensamos, tenemos claro, por que perseguimos eso que nos quita el sueño? Y luego, ¿tenemos claro como seguir en el momento de conseguirlo?

Hace muchos años, yo era bastante chico, el hermano de un amigo consiguió algo que estaba persiguiendo hacía mucho tiempo. No importa qué, no viene al caso; pero el día que lo consiguió lo escuché decirle a su hermano: “Nunca me sentí mas vacío en toda mi vida”. En ese momento no lo comprendí, e incluso saqué las deducciones típicas rápidas: “uufff este tipo, hace años que lo escucho decir que quería esto, y ahora se queja! (...)”.
Hoy a la distancia entiendo bien claro esa frase. Puso tanto empeño en conseguir, en cumplir su sueño, que se olvidó de pensar para que lo quería, como seguía su vida luego de conseguirlo, y en ese momento se encontró sin planes para el futuro, de un día para otro. Vacío, tal cual sus palabras.

Y ojo, tampoco me mal entiendan en lo que quiero decir. No se trata de tener planificada la vida, estructurada, metódica, sino de tener en claro que si persigo algo, realmente es para disfrutarlo, y para seguir creciendo, no para cumplir metas inservibles a nuestro crecimiento constante.

Si fue (el logro) un peldaño mLs para su felicidad, perfecto. ¡Felicitaciones! ¡Lo conseguiste! Es un ejemplo que todo tiene un final. Lo que hay que tener en claro, que ese final, precede indefectiblemente a un nuevo comienzo. Y para eso, uno debe estar medianamente preparado, para poder seguir creciendo. Sino, se corre el riesgo de que todo el esfuerzo haya sido en vano.
Gustavo Suhit, bloguero alentador del crecimiento personal

Para que no nos perdamos en ilusiones vanas y no confundamos la ilusión con el empeño...
¡Ven, Señor Jesús!

jueves

9 de diciembre. Segundo Jueves

- Dime una cosa ¿él te hacer reír?
- No me hace llorar

Ocean's eleven (Steven Soderbergh, 2001)

¿Qué tengo que hacer para ser feliz contigo? Esta es una pregunta que se deben hacer con frecuencia los miembros de un matrimonio. Una pregunta para cada uno de los dos. Ambos tienen que poner y quitar actitudes, situaciones, posturas, gestos... ¿Qué podemos hacer para que nuestro matrimonio y nuestra convivencia sea mejor? (...)

Nadie da lo que no tiene. Procura ser tú mismo en todas las situaciones de la vida. Procura crecer junto a tu esposo/a. Si ambos van creciendo a la vez las cosas irán mucho mejor.

¿He sido educado para amar a otra persona? Pregúntate quién te ha enseñado (si es que ha habido alguien) a amar. Reflexiona sobre tu vida. Si no has tenido a nadie no te extrañes que en tu vida existan muchos choques en la relación matrimonial. ¿Cómo fue el matrimonio de tus padres? ¿Eran felices? ¿Te dieron ejemplo de una vida de amor en pareja?

No compitas con tu esposo/a. Cada uno es distinto y no le puedes pedir que viva como tú crees que debe vivir. Acepta que es diferente. Acepta su forma de ser y su carácter. No te compares con nadie sino sólo contigo mismo. Acéptate en tu pasado y en tu presente, sólo así se podrá llegar a ser uno mismo sin anular al otro.

Intenta hacer las cosas aunque no te salgan perfectas. Haz las cosas lo mejor que sepas y puedas intentando siempre estar bien contigo y con tu esposo/a.

Valora al otro. Ten en cuenta los pequeños detalles y los grandes esfuerzos de tu cónyuge. Sé observador y percibe los esfuerzos que hace la otra persona por agradarte y que estés bien. Dale las gracias porque se ocupa y preocupa por ti.

Mi afán en la vida no tiene que ser el afanarme en ser el más perfecto, ni tan siquiera el mejor, sólo pretendo ser cada día más bueno y mejor persona junto a ti.

Necesito sentirme que me quieras, que me valores, que me mires, que me abraces, que me lleves en tu corazón. Intentaré hacer todo lo posible para hacerme más cercano a ti.

Todo en la vida es aprender. Tengo que aprender a relacionarme contigo amigablemente. Sé que te veo en tu intimidad y conozco tus fallos. Mientras que las personas de la calle te ven unos momentos, yo te veo tal cual eres. Quiero estar contigo por amor y con amor.

Tenemos que darnos tiempo para aprender a querernos. Puede ser que llevemos muchos años juntos y en nuestra vida existan situaciones que no nos gustan... necesitamos tiempo para vernos como realmente somos y aceptarnos como tales.

Todo en la vida se puede resumir en una frase: "Amarse y amar". El ejemplo de amar a los demás he de tomarlo de cómo me amo a mí mismo.
De Buzón Católico

Porque el mundo necesita de parejas que amen de verdad, que se den a si mismos y a los demás, que sean ejemplo para educar personas en el Amor...
¡Ven Señor Jesús!

miércoles

8 de diciembre. Segundo Miércoles

La vida es como una caja de bombones
nunca sabes lo que te va a tocar

Forrest  Gump (Robert Zemeckis, 1994)
Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió el soldado Ralph. Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: Primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos niños para que vieran a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Luego regresó con una sonrisa”.

"¿Dónde aprendió a comportarse así?", le preguntó el profesor. "En la guerra", contestó Ralph. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, que encontraron la muerte.

"Me acostumbré a vivir paso a paso"-explicó- "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida".
Parábola anónima
 
Para que vivamos con intensidad cada segundo de esta aventura que es la vida...
¡Ven, Señor Jesús!

martes

7 de diciembre. Segundo Martes

- Le prometí que no le ocurriría nada
- ¿A quién se le ocurre prometer eso?
¡No puedes impedir que le pasen cosas!

Buscando a Nemo (Andrew Stanton & Lee Unkreech, 2003)


Es básicamente imposible que pueda ser feliz un niño abandonado, sin la tutela de una familia, dejado a su suerte o criado sin las mínimas condiciones de auténtica educación por una madre también abandonada a su vez. Más imposible todavía para los niños en la calle o de la calle. Hay un matiz entre estos dos conceptos: niño en la calle es el que se pasa el día vagabundeando, pero al anochecer vuelve a casa. El niño de la calle ni siquiera a la noche va a casa, porque le falta completamente ésta. Muchos de estos niños deben recurrir a actividades ilegales para poder sobrevivir, sin olvidar su explotación como mano de obra barata por patronos sin escrúpulos, incluso en trabajos difíciles y peligrosos, imposibilitándoles su derecho a la educación. Son millones en el mundo los pequeños que son reclutados, entrenados y estimulados por criminales adultos para participar en acciones ilegales: comercio de drogas, robos, pornografía, sin olvidar la esclavitud laboral y los niños soldados. Los poderes públicos y las instituciones sociales deben tratar de ayudar a estos niños carentes de todo, a fin de evitar que caigan en la delincuencia y se puedan incorporar a la sociedad antes que sean una grave lacra social.

Es indiscutible que la única solución para resolver este problema consiste en tratar de promover y aumentar las familias bien constituidas, que sepan ser responsables de sus hijos a quienes quieren y educan y por los que trabajan para sacarlos adelante.

Pero tampoco es bueno el extremo contrario: los niños hiperprotegidos acostumbrados a no hacer el más mínimo esfuerzo y a que siempre se satisfagan sus deseos, educados en la comodidad, en el olvido de las necesidades de los demás y en el egoísmo del consumismo también comienzan su vida con una auténtica discapacidad moral.
P. Pedro Trevijano
 
Para que los padres seamos capaces de educar con responsabilidad en el amor, la independencia y la autoestima...
¡Ven, Señor Jesús!

lunes

6 de diciembre. Segundo Lunes

No conviene deleitarse en los sueños
y olvidarse de vivir

Harry Potter y la piedra filosofal (Chris Columbus, 2001)
Dios ha puesto un sentido del pasado y del futuro en nuestros corazones. (…) Sabemos por experiencia lo difícil que es estar dentro del momento actual, ya que ni el pasado ni el futuro nos dejarán solos. Están siempre influyendo en el presente. El pasado nos ronda con canciones de cuna medio olvidadas y con melodías que provocan memorias pasadas, con amores encontrados y perdidos, con heridas que nunca cicatrizaron, y con sentimientos incipientes de nostalgia, pesar, y con necesidad de aferrarse a algo que pasó en otro tiempo. El pasado está siempre sembrando inquietud en el momento presente. Y el futuro, igualmente, se abre paso a sí mismo al interior del presente, vislumbrándose como promesa y amenaza, exigiendo siempre nuestra atención, sembrando siempre ansiedad en nuestras vidas y despojándonos siempre de la capacidad de saborear realmente el presente.

(…) Los filósofos y poetas dan a este fenómeno diversos nombres: Platón lo llamó “locura procedente de los dioses”; los poetas hindúes lo han llamado “nostalgia del infinito”; Shakespeare habla de “anhelos inmortales” y San Agustín lo llamó, con el nombre más conocido y famoso de todos, “incurable inquietud”. Inquietud que Dios ha colocado en el corazón humano para que se guarde de encontrarse a gusto y estable en algo que es menos que infinito y eterno: “Nos has hecho para ti, Señor, y nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en ti”.
Ron Ronheilser

Para encontrar un equilibrio entre anhelos y realidad, que nos ayude a encontrar la felicidad en cada momento de nuestras vidas...
¡Ven, Señor Jesús!

domingo

5 de diciembre. Segundo Domingo.

Entre tanta gente,
se encuentra uno solo ¿verdad?

Gilda (Charles Vidor, 1946)

Soledad… cuántas cosas se le ocurren a mi alma a propósito de esa palabra, y qué difícil es expresar la alegría de la soledad al que algunas veces tantas lágrimas le ha costado.

Sin embargo, qué alegre es estar solo con Dios… Qué paz tan grande se respira cuando nos vemos solos…, solos el alma y Dios. Qué caminos tan distintos lleva el mundo, y lleva Cristo. El mundo se busca a sí mismo y a sí mismo se encuentra. El alma que no busca a Dios, busca a otras almas, y si no las halla llora su soledad… Tristes lágrimas que amargan el corazón y no dan consuelo.

Pero el corazón que busca a Cristo ama la soledad de todo y de todos, pues es en esa misma soledad donde Jesús se muestra. Es en esa soledad donde busca a las almas; ahí las lleva a veces a costa de dolores y de sacrificios.
Beato Rafael, "Mi cuaderno"


Para llenar la soledad de nuestros corazones, para ayudarnos a paliar la soledad ajena...
¡Ven Señor Jesús!