domingo

5 de diciembre. Segundo Domingo.

Entre tanta gente,
se encuentra uno solo ¿verdad?

Gilda (Charles Vidor, 1946)

Soledad… cuántas cosas se le ocurren a mi alma a propósito de esa palabra, y qué difícil es expresar la alegría de la soledad al que algunas veces tantas lágrimas le ha costado.

Sin embargo, qué alegre es estar solo con Dios… Qué paz tan grande se respira cuando nos vemos solos…, solos el alma y Dios. Qué caminos tan distintos lleva el mundo, y lleva Cristo. El mundo se busca a sí mismo y a sí mismo se encuentra. El alma que no busca a Dios, busca a otras almas, y si no las halla llora su soledad… Tristes lágrimas que amargan el corazón y no dan consuelo.

Pero el corazón que busca a Cristo ama la soledad de todo y de todos, pues es en esa misma soledad donde Jesús se muestra. Es en esa soledad donde busca a las almas; ahí las lleva a veces a costa de dolores y de sacrificios.
Beato Rafael, "Mi cuaderno"


Para llenar la soledad de nuestros corazones, para ayudarnos a paliar la soledad ajena...
¡Ven Señor Jesús!


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