domingo

19 de diciembre. Cuarto Domingo

Nadie es perfecto...

Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959)
Más difícil que perdonar a alguien, que ya es de sumo bien difícil, es perdonarse a uno mismo de los errores y de las equivocaciones que hemos tenido que nos han dañado mucho. Sí, algunas veces lo que más cuesta es aceptar y perdonar que hicimos lo menos inteligente, que nos equivocamos a pesar de que todo el mundo nos advirtió el error, que todas las marcas de la vida nos llevaban a un camino o una decisión distinta. Estoy pensando en personas que eligieron a la persona equivocada y ahora no entienden cómo fue que lo hicieron y no se perdonan haber sido tan estúpidas. Pienso en las personas que pelearon y ofendieron, sin ninguna razón, a alguien que aman y que ahora están sufriendo las consecuencias de su inconsciente acción, por ejemplo. Me refiero, también, a aquellos que, por debilidad de carácter o por creer que era lo mejor, han actuado de una manera de que hoy se arrepienten. Esa falta de perdón a uno mismo se manifiesta en una tristeza, en un desgano y un volver constantemente sobre la misma situación. (...)

Hay que vivir el presente. No puedes quedarte anclado en lo que ya pasó. Es necesario comprender que tu sentimiento es presente, pero la situación es del pasado. Esto es, sobre tu sentimiento puedes actuar; pero no sobre la situación que ya aconteció, esa no se puede variar. Esto lo digo para que caigas en cuenta de que seguir sufriendo por algo que ya no puedes variar, no es inteligente.

Una fuente clara de la falta de perdón uno mismo es el orgullo. Cuando nos sentimos más de lo que somos, o creemos que la felicidad está planteada en términos de perfección, y eso no es cierto. Nadie es perfecto, todos fallamos y comentemos errores. Por eso, si queremos ser felices tendremos que aceptarnos tal cual somos, asumiendo nuestra condición frágil y tratando de dar lo mejor en cada una de las acciones que realizamos. Si fallaste tienes que reconocerlo y darte cuenta de que no por ese error has perdido todo el valor que tienes. (...)

Aceptarse tal cual se es, y querer ser mejor. Sí, no hay otra, eres ese y sólo ese. ¿Para qué soñar con lo que no eres? Más bien acéptate tal cual y trata de mejorar. Esa es la única forma de crecer y de ser feliz. Asumir las fallas que se tienen y proyectarse de la mejor manera. Es descubrir que si estoy vivo es porque puedo salir adelante y ser feliz, ya que siempre tendré una nueva oportunidad.

El que no se perdona no se ama. No hay experiencias de amor que no pasen por la experiencia del perdón. El amor es real y reconoce las fallas del otro. Son el enamoramiento y el pensamiento narcisista los que nos montan en una burbuja mentirosa en la que no existen fallas, ni errores. La realidad supone fallas y tenemos que aprender a vivir con ellas y a salir adelante.

Dios siempre te perdona ¿por qué te vas a negar ese perdón? Dios siempre te da una nueva oportunidad ¿por qué te la vas a negar?
Padre Alberto José Linero

Porque necesitamos perdonar y perdonarnos, asumir que cada persona es como es, y aprender a amar a los demás con sus defectos y limitaciones...
¡Ven, Señor Jesús!

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